Se habla tanto de qué es y qué no es Coaching que yo, como Coach profesional, voy a transcribir algunos momentos de mi forma más habitual de trabajar con mis clientes, y que para mi es la más efectiva, rápida y completa de todas las que aporta la PNL en su amplia variedad de herramientas para ayudar a las personas a alcanzar sus objetivos: el Reimprinting (o Reimpronta).

Esta historia está basada en un caso real: Michael (nombre supuesto), y la voy a utilizar como ejemplo para mostraros cómo se desarrolla el proceso de Coaching que utilizo en mis sesiones como Executive Coach.

El proceso de re-impresión, basado en la técnica de “Re-Imprinting” según Robert Dilts,es, conforme a mi propias vivencias así como a la de otros Coaches muy reconocidos a nivel europeo, con los que tengo el placer de colaborar y compartir experiencias, de las más efectivas y rápidas que existen para conseguir llevar a la persona del estado presente al estado deseado.

Se trabaja a nivel del sistema de creencias  Las creencias, están directamente relacionadas con nuestra propia identidad. Veremos el mundo, entenderemos y crearemos nuestra propia realidad, para adaptarla a nuestro mapa del mundo, a nuestro propio sistema de creencias.   Pongamos un ejemplo: si uno cree que no se le respeta, nos encontraremos en nuestra vida, continuamente, momentos en que gritamos contra alguien o contra algo porque nos sentiremos no respetados.  Y ese alguien puede ser nuestro marido, o esposa, nuestros padres, nuestros hijos, nuestros empleados, o el jefe…y la vida en general.  Para poder salir de esa especie de espiral creada por nosotros mismos, debemos retroceder hasta el momento en que se produjo esa situación que generó esa creencia.  Y para ello, utilizamos la técnica de “Re-Imprinting”.

Michael y su moto plateada.

Me encuentro cerca de Munich, en uno de esos enormes monasterios que tanto abundan en la zona de Baviera, y al que voy a menudo porque es el sitio ideal para trabajar tranquilamente con mis clientes de esta zona de Alemania.  Allí realicé una sesión con un cliente, Michael,  con el que ya había trabajado hacía un par de años en otro tema.

Michael es un hombre de mediana edad, casado y con dos hijos de corta edad.  Acabó el año pasado el curso de postgrado de Mediación en la Empresa y desde hace unos ocho meses dejó su puesto como jefe de recursos humanos en una gran empresa automovilística y se ha puesto a  trabajar por cuenta propia, tal como él deseaba. Precisamente fue sobre este tema sobre el que trabajamos la última vez que nos vimos.

Eran alrededor de las 8 de la mañana. Llegó Michael. Había recorrido casi cien kilómetros para llegar hasta allí  pero se le veía despejado y sonriente, aunque con una sombra en sus ojos… Salimos a dar una vuelta por los jardines del monasterio y me enseñó la moto en la que había venido, enorme, de color plateado y con un montón de caballos de potencia. Michael es un apasionado de las motos, de hecho, su primer trabajo, siendo muy joven, fue en un taller de motos.

–          “Joana, me dijo, – al tiempo que continuábamos nuestro paseo,- el trabajo me va bastante bien.  Empiezo a tener buenos clientes y me gusta lo que hago.”

Yo asentía y miraba de reojo su cara seria y preocupada. Michael se paró por unos segundos y miró sin ver el pequeño lago y sus recién abiertas flores de nenúfar.

–          “¿Pero…?”

–          “Pero me despierto casi todas las noches de repente con un ataque de pánico.  Como si mañana todo fuera a derrumbarse y pienso que no voy a ser capaz de sacar adelante a mi familia… Me siento inseguro…No me creo que pueda llegar a ganar el suficiente dinero como para que mi familia pueda tener una vida digna…”

Yo no dije nada. Solo le miré con mucha atención y esperé a que continuara.  El suspiró y continuó explicándome.

–          “…Me gustaría que me ayudases, Joana.  Yo sé que puedo hacerlo, sé que soy bueno en lo que hago y que lo que hago me gusta.  Pero, hay un pero…”

En el segundo piso del monasterio hay una sala, espaciosa y luminosa, con vistas al lago y al jardín y es la que yo utilizo para trabajar con mis clientes.  Hacia allí nos dirigimos, mientras discutíamos tranquilamente sobre el proceso a llevar a cabo.

– “Michel, vamos a comprobar qué parte de ti está objetando algo sobre lo que estás haciendo en estos momentos de tu vida.  Dime qué cantidad de dinero quieres ganar este año, y vamos a por ello, ¿te parece? Defínelo exactamente.”

“Durante el año 2011, haciendo el trabajo que me gusta y de una manera ligera gano un mínimo de 150.000€”.

Eso es lo que Michael deseaba, así que iniciamos el proceso, y lo primero era comprobar que, efectivamente, eso que Michael deseaba, era lo que él creía, o no.

–          “Descríbeme en este folio la escena donde ese Michael, el del futuro, ese que gana 150.000€, vive y existe. Quiero que lo describas todo conforme los cuatro cuadrantes; es decir, la parte intelectual, la emocional, la material y la espiritual.  Cómo es ese Michael que cree eso, cómo respira, cómo se mueve,…”

–          “Ahora me gustaría que dispusieras tu línea del tiempo, empezando por  señalar dónde sientes que estás ubicado tú, “aquí y ahora” y también la línea del pasado y la del futuro.”

Mientras Michael dibujaba un símbolo que para él reflejaba ese deseo/meta, yo miraba por la ventana, hacía el infinito, y me reunía conmigo misma, con toda mi fuerza, intuición  y mi creatividad.  Estaba presente, aquí, desde mi centro, para ofrecer lo mejor y acompañar de la manera más efectiva a mi cliente durante este proceso…

–          “Pon ese símbolo que has dibujado en la línea del tiempo del futuro y observa a ese Michael, en disociado, ahí, delante de ti.  Construye la escena con todos los detalles que has descrito antes en el folio.  Dale vida a ese tú en el futuro…”

–          “…Y ahora, cuando tu estés preparado, avanza un paso y ponte en la piel de ese Michael en el futuro, ese que trabajando en lo que le gusta, de una manera ligera, gana un mínimo de 150.000€.”

Yo observaba bien atentamente a Michael. Su respiración, la coloración de la piel de su rostro, el encorvamiento de sus hombros, el ligero balanceo de su cuerpo,… Todos esos signos me confirmaban que se hallaba bien asociado y viviendo ese momento en el futuro.

–          “Lo estás haciendo muy bien, Michael.  Repite muy lentamente: “Durante el año 2011, haciendo el trabajo que me gusta y de una manera ligera gano un mínimo de 150.000€”

Cuando empezó a decir la frase tenía una sonrisa en su rostro, pero a mitad de la misma la sonrisa desapareció…y apareció una mueca de sorpresa.

–          “Dime qué es lo que pasa, Michael…”

–          “Pues…no veo nada ahora, ni oigo nada…Todo ha desaparecido.”

Ahí Michael me estaba describiendo una interferencia en el canal visual, pero para un proceso verdaderamente efectivo, es mucho mejor disponer de una manifestación kinestésica que acompañe a esa interferencia; aunque en todo caso también funcionaría si sólo dispusiéramos de la visual, lo cual he hecho en más de una ocasión y con buenos resultados.  No hubo en su caso ninguna interferencia auditiva, si la hubiera habido, hubiera utilizado también la técnica basada en “Integration of Conflicting Beliefs” de Robert Dilts, aunque siempre se empieza por la kinestésica y si hay más de una, por la que produzca una reacción emocional/corporal más fuerte.

–          “Muy bien, Michael.  Respira profundamente y siente tu cuerpo…Sientes que estás relajado o hay tal vez alguna tensión y…”

–          “Si…aquí, en mi hombro y hacia el pecho, en la parte derecha…”

–          “…Y esa sensación/presión es caliente o fría? ¿Tiene masa? ¿Tiene forma? ¿Qué tamaño tiene? ¿Vibra, late o es estática? ¿La presión va de dentro hacia afuera o de afuera hacia adentro? ¿Tiene color? ¿Tiene sonido?…”

Y una vez que Michael describió detalladamente la interferencia…

–          “Lo estás haciendo muy bien, Michael.  Vamos a empezar por la interferencia kinestésica tal como me la has descrito, así que quiero que guardes esa sensación de presión en el hombro y pecho, en tu parte derecha, y que tiene forma como de cilindro, de color azul, que vibra y es frío,… y que vayas caminando por tu línea del tiempo en dirección hacia el pasado, hasta el punto exacto en que esa sensación desaparece. Hemos de encontrar el „cuándo“ y el „dónde“ esa parte que se manifiesta a través de esa interferencia, se instaló por primera vez y…”

–          “Michael, recorre tu línea del tiempo, despacio, y me indicas cada vez que notes que esa parte se manifiesta. Yo estaré aquí, contigo. “

–          “Aquí lo noto muy fuerte…“

–          “Muy bien. ¿Qué edad tienes ahí? “

–          “19 años, más o menos…“

–          “Perfecto.  Sigue.”

Según mi experiencia, es muy poco probable que una creencia de este tipo, se instale en la edad adulta… Por eso, aunque Michael haya sentido muy fuerte la interferencia en ese momento de su vida, le hice seguir buscando y caminando en su línea de pasado.

–          “Ahora, aquí dónde estoy ahora, oigo como un sonido en mi oreja derecha…“

–          “Michael, da las gracias a esta parte que se manifiesta ahora, pero en estos momentos yo quiero solamente que sientas, sigas y busques en tu línea del tiempo a esa parte que te produce esa presión en el hombro y hacia el pecho, en la parte derecha, y que tiene forma como de cilindro, de color azul, que vibra y es frío,…solamente a esa. Sigue, por favor. “

–          „Aquí casi no noto nada…“

–          “Bien, pero no es un casi, lo que buscamos, lo que necesitamos que encuentres es dónde hay un “algo“ y ahí dónde hay un “nada“. Un “on“ y un “off“.

Michael siguió caminando, despacio y cuidadosamente.  Yo le observaba muy atentamente,  y le ayudaba, respirando a su ritmo y haciéndole así saber que yo seguía a su lado, acompañándole.

–          “Aquí ya no está.  La presión en el hombro ya no está.”

–          “Muy bien, Michael.  Da un paso hacia atrás y dime si sigue ahí.”

–          “Umh…Si, ahora si.”

–          “Y si de nuevo avanzas un paso?  Sigue ahí?”

–          “No…”

–          “Bien.  Ve de nuevo hacia atrás..Sigue ahí?”

–          “Si. Ahora si.“

Todavía le hice hacer un par más de comprobaciones para asegurarme de que, efectivamente, ese era el lugar y el momento en que se efectuó la impronta de la interferencia.

–          „Muy bien…Dime dónde estás…Descríbeme la situación…“

–          „Estoy en la casa de campo de mis abuelos. Tengo…4 años…“

Michael me contó la historia…el momento en que él, a causa de un hecho concreto en su pasado, empezó a creer sobre él mismo y el mundo que:

“Las personas con éxito y con dinero están en peligro” .“Hay que dejar que otros reciban lo meritos, y tú protegerte detrás de ellos” . “No soy suficientemente fuerte como para protegerme de los peligros que conlleva el tener éxito…”

En esa situación que me describió había dos personajes, uno de ellos era Michael, a los cuatro años de edad, y el otro su abuelo, Walter.

Le dije que reviviera ahora la situación asociado desde la posición de Walter, su abuelo. De esta manera, siendo la otra persona, colocándose en sus zapatos, es la única manera de entender un poco al otro…

– “…y ahora, ponte en el lugar del abuelo Walter…Bien…siente lo que sientes…mira lo que ves…escucha lo que oyes…Cuéntame ahora que ocurre…”

Michael, en disociado, desde afuera, desde la posición de observador, para encontrar la intención positiva de los implicados:

–          “…y viéndolo desde aquí, desde la posición de observador…Dime…¿Porqué crees que el abuelo Walter ha actuado y respondido de la manera como lo hizo en ese momento y no de otra? ¿Cuál fue entonces su intención positiva?… ¿Libertad, reconocimiento, poder, armonía, intensidad, curiosidad,…?“

–        “…Poder y…reconocimiento.“

–          “Bien…Vamos a comprobar que sea así…Entra de nuevo en la situación, en el lugar de Walter…Siente lo que sientes,….“

–          “…Y de ese pequeño Michael, ese que ves ahí delante…¿Cúal fue la intención positiva del alma del pequeño Michael para actuar y responder de esa manera como lo hizo y no de otra?“

–          “Libertad e integridad…“

–         “Bien…Vamos también ahora a comprobar que sea así…“

Una vez averiguada la intención positiva de todos los implicados en la situación, pasamos a buscar los recursos de carácter…

Ejemplos de recursos podrían ser: Confianza, coraje, imaginación, claridad, sabiduría, paz, intuición, equilibrio, lealtad, respeto, entusiasmo,…Y  cada uno de ellos le daremos posteriormente un símbolo, ya que es a través del lenguaje de los símbolos y de las metáforas como nuestro yo profundo entiende la vida.

–  “…¿Qué recursos de carácter hubiera necesitado el alma del pequeño Michael, ese que ves ahí delante de ti, que le hubieran ayudado a actuar y responder de una manera más sana, creativa y constructiva a como lo hizo en ese momento, y así mismo a tener en cuenta y salvaguardar aún más y mejor su intención positiva de libertad y reconocimiento?..“

Se siguió el mismo procedimiento para encontrar los recursos que el abuelo Walter necesitaba. En total, fueron necesarios nueve, con sus correspondientes símbolos, para que toda la situación se desarrollara conforme para Michael.

Es de esta manera como se entrega e integra el nuevo recurso/símbolo…

-“¿Dónde en tu cuerpo sientes/generas ese sentimiento de “optimismo constructivo”?

-“…En mi frente…”

-“Aha…Y que color tiene?”

-“…Verde…brillante…”

-“Lanza hacia el pequeño Michael  que está aquí delante de ti, un rayo de luz verde brillante, desde tu frente…Y observa qué ocurre…”

-“Mira tu mano, y dime qué es lo que hay en ella como símbolo de ese recurso de “optimismo constructivo”…?

-“…Uhm…es una ave de color azul luminoso…”

-“ Ofrece entonces esa ave azul al pequeño…Muy bien…Y ahora avanza un paso y ponte en su lugar…Muy bien…Pequeño Michael, tienes en tu mano ese ave azul, como símbolo del recurso de “optimismo constructivo”, y puedes ahora integrarlo en tu cuerpo, ahí dónde tú sabes que te es más necesario…Revive ya con este nuevo y magnífico recurso, con este sentimiento de optimismo constructivo toda la situación…”

– “ …Y ahora tú sabes que dispones ya completamente integrado profundamente en ti, en tu cuerpo, en tu corazón, en cada una de tus células, en tu alma y en todo tu sistema  este símbolo, esa ave azul, que es el símbolo para ese nuevo recurso de “optimismo constructivo”, así como de toda la nueva información que acabas de aprender con él. Toda esa información va a estar a partir de ahora siempre disponible para ti, en cualquier momento y situación en que lo necesites…”

Continuamos el mismo proceso para el resto de los recursos, tanto para uno como para el otro. Y, una vez finalizado, pasamos a preguntar…

–          “…Observa ahora la situación y al pequeño Michael y al abuelo Walter, y dime si te parece que pudieran necesitar algún otro recurso para actuar aún mejor y más positivamente…”

Michael dijo que todo estaba bien y que la nueva situación se resolvía de una manera muy positiva y constructiva para ambos.

–  “Muy bien. Ahora integra éste símbolo final, ese maravilloso árbol que me has descrito, en tu hombro y hacia el pecho, ahí dónde antes tenías  la interferencia…Muy bien…Tú ya sabes que ese maravilloso símbolo, símbolo a su vez de todos los recursos de los que tú ya dispones a partir de ahora, pasa a formar parte de ti mismo, está ahora ya integrado totalmente en tu sistema, en tu cuerpo, en tu corazón, en tu alma,..“.

–  “Y ahora, me gustaría que hicieras un duplicado del símbolo y recorras lentamente de nuevo tu línea del tiempo pero hacia el futuro, y cuando llegues a alguna situación donde el joven Michael hubiera necesitado disponer de toda la información que representa este símbolo, le hagas entrega de un duplicado del mismo…Y así todas las veces que tu consideres necesarias. Cuando llegues al momento presente, me avisas…

Por último, habiendo llegado ya al momento presente, le dije a Michael que entregara un duplicado del símbolo a ese Michael del futuro y se asociara de nuevo en la escena.

-“Repite muy lentamente: “Durante el año 2011, haciendo el trabajo que me gusta y de una manera ligera gano un mínimo de 150.000€”

Michael repitió la frase, despacio. Yo le miraba. Estaba atenta a cada movimiento y cambios en su rostro, en su cuerpo, su respiración…

–          “Dime, Michael, ¿Sigue ahí esa interferencia que te producía esa presión en el hombro, hacia el pecho y…?“

–          „No“…”Me siento bien y ligero”.  Sonrió.

Esto era lo que empezó a creer Michael, una vez finalizado el proceso:

“Ser una persona de éxito es emocionante y maravilloso”. Teniendo éxito, disfrutandolo y viviéndolo, puedes ayudar a otras personas a también conseguirlo”…

Todo el proceso de re-impresión que he descrito someramente, completado además con algunos ejercicios energéticos, duró unas doce horas, repartidas en dos días de trabajo.  Inmediatamente después de acabar, envié a Michael a correr por el bosque que rodeaba el monasterio.   Es importantísimo, después de un proceso así mover el cuerpo, correr, nadar, bailar, sudar,… Solo así se integra y se instala correctamente la nueva información que nuestro sistema acaba de aprender.  Esta nueva información va a iniciar procesos internos, a todos los niveles, y para ello hemos de ayudar a nuestro cuerpo físico, a nuestro metabolismo, a ponerse en marcha.

Yo miré el reloj… la tres de la tarde.  Recogí todos mis trastos de la sala de seminarios en la que habíamos trabajado, me cambié de ropa y me puse unos pantalones cortos y mis zapatillas de correr.  Salí al jardín, miré a mi alrededor, caminé unos pasos sobre la mullida y recién cortada hierba que rodeaba el lago, me quedé así, sin moverme, por unos segundos. Había un ligero perfume a flor de manzanilla y a menta.  Me quité de nuevo las zapatillas, los calcetines y dejé que entrara por todo mi cuerpo la suavidad de la hierba y el calor de la tierra. Me eché sobre ese mar verde y me hundí, bien profundamente en él, hasta desaparecer…

Permitidme ahora, que os aclare cual es mi visión en cuanto a ser un Coach…

Yo, personalmente, no he trabajado nunca, ni aceptaría hacerlo, con alguna persona que tuviese algún tipo de enfermedad mental, o un estado de depresión, por ejemplo, y no es porque no crea que la PNL no pueda ayudar, ni mucho menos, es más, no conozco ninguna otra herramienta que sea más efectiva y rápida que la PNL,  pero es que yo no soy doctor en psicología, ni psiquiatra, ni terapeuta.  Soy Coach. Si en mi conversación previa al trabajo yo veo que el cliente necesita algún tipo de terapia más allá de mis capacidades profesionales, simplemente digo que no soy el profesional adecuado, en ese momento, para ayudarle.  No me gusta hacer perder el tiempo ni el dinero a mis clientes, ni a mí tampoco.

Yo no me siento en un sofá a escuchar las historias y las penas, la culpa o el dolor que uno puede cargar en su alma, durante una hora, dos veces a la semana, a lo mejor durante un año, o muchos más, no sé.  Yo soy Coach. Yo escucho al cliente para ayudarle a saber lo que quiere, si es que no lo sabe ya, y mi pregunta, si el cliente empieza a contarme todos sus errores y a perderse, es: “Usted me comenta lo desagradable y desesperante que resulta para usted el sentirse inseguro y no respetado cada vez que habla con… ¿Cómo le gustaría sentirse, entonces? ¿Tal vez le gustaría sentir que se le respeta, sentir que tiene absoluta confianza en sí mismo, o tal vez…?”  Otro ejemplo: “Usted me comenta que no puede ser libre, ser usted mismo, en esta sociedad/estructura en la que vive…¿Qué se lo impide? ¿Qué le parece si le acompaño a averiguarlo?…” O también: ¿Que como CEO, le resulta imposible delegar ciertas tareas en otras personas y así usted poder disponer de más tiempo para llevar adelante su propia misión? ¿Qué necesita para clarificar/encontrar/desarrollar la visión para su empresa en los próximos 10 años?,…¡Pués vamos a por ello!

Y para esto, no hay herramienta más efectiva que la PNL, el “Re-Imprinting” y la PNL de tercera generación, con nuevas técnicas muy poderosas para ayudar a lograr una verdadera transformación, desarrolladas por Robert Dilts, Deborah Bacon, Judith DeLozier, Stephen Gilligan y otros, en las que se trabaja a nivel de identidad y más elevado, con preguntas como: ¿Quién soy yo?, ¿Cuál es mi misión en esta vida?, y que yo utilizo y adapto en mis sesiones de coaching. Yo lo llamo PNL integral.

No es solo cuestión de aprenderse unas cuantas técnicas en un cursillo de fin de semana, ni siquiera en uno de un mes. Hace casi 20 años que yo oí hablar por primera vez de la PNL y fue Inma Capó la que me enseñó mis primeras nociones.  Mi primera maestra. Y ahora, con casi 20 años más de experiencias, de preguntarme miles de veces quién soy, cual es mi misión,  de vivir la vida con su luz y sus sombras, de haberme hecho muchos “Re-Imprintings”, entre otras técnicas, y habiendo tocado el suelo, y después volado hasta lo más alto, y de haberme confrontado y trabajado muy duro conmigo misma…  Ahora, habiendo encontrado mi propio centro, desde ahí, yo acompaño a mis clientes a recorrer un camino, que yo ya he recorrido antes… Esa es mi profesión.  Mi vocación.  Mi devoción.

Todos los que queráis realmente dedicaros a ayudar a otros y honestamente llamaros “Coach”, estudiad primero PNL en profundidad, como base científico/técnica indispensable para saber cómo funciona el cerebro y la mente, el lenguaje y la comunicación humana y poder así confrontarse mejor a uno mismo, a tus luces y a tus sombras… y trabajarte a ti mismo antes de pensar en ayudar a otros. Eso vendrá después, si esa es tu decisión y tu vocación.  Autenticidad y congruencia, son las palabras clave que definen a un buen Coach.

“Si la única herramienta que tienes es un martillo, pensarás que todos los problemas son un clavo” dijo Mark Twain. Y así no se puede ni se debe ser Coach.

Y como dice mi amiga y profunda conocedora de la PNL, Inma Capó: “Pretender ser Coach sin saber PNL, es como querer ser cirujano sin saber anatomía.”

 

Joana Tur Cardona

Executive Coach – Zürich (Suiza)

Joana.turcardona@gmail.com

2 comentarios a “REIMPRINTING: la mejor herramienta del Coach.”

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  1. Jesús Ascensión Camero Córdoba - 7 febrero, 2019 en 6:23 pm Deja un comentario

    Me gustaría conocer bibliografía sobre Reimprinting en español. Así como un buen sitio para recibir formación en PNL en Madrid.

    Un saludo gracias.

    • Inma Capó - 7 febrero, 2019 en 8:27 pm Deja un comentario

      Hola y gracias por tu comentario.
      No conozco nada de Reimprinting en español.
      Para informarte sobre PNL en Madrid te sugiero te pongas
      en contacto con:
      Ángela Tejero
      91 472 55 96
      http://www.pnlmadrid.es
      Madrid – Spain

      de mi parte y ella te informará.
      Gracias por tu interés,
      un cordial saludo,
      Inma Capó

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