Cómo educar a los hijos
(Blog del diario El Tiempo – Colombia)
«» Si ya tiene o ha decidido traer descendencia a este mundo, acuérdese que ellos tienen que vivir mejor de lo que usted lo hizo. Procure comprarles la cuna más exclusiva y el cochecito más moderno y ostentoso que encuentre, eso sin duda irá acostumbrando a sus hijos a mejorar su autoestima, y que se crean el lugar que han venido a ocupar, es decir, el centro absoluto de su vida.
Mátese usted a trabajar durante los mejores años de su vida, déjese la juventud en maratónicas jornadas extra, acepte la mayor cantidad de responsabilidades que le proporcionen la mayor cantidad de dinero que les permita a sus hijos e hijas disfrutar y tener lo que usted nunca tuvo. Y por supuesto que les evite sufrir incluso el 10 por ciento de lo que usted sufrió. Que aprendan con ello o no, eso a usted no le debe de importar. Lo importante es que no sufran nada.
Cómpreles los juguetes educativos más complejos, ojalá de importación, y no escatime con la ropa ni los pañales, el hecho de que usted haya alcanzado a usar pañales de tela y no le haya pasado nada, no significa que con su bebé vaya a ser igual. Matricúlelos en una guardería buena, la mejor que encuentre, si total va a tener uno o dos hijos como mucho, no hay que racanear. Muy importante que tenga inmersión precoz al inglés, natación desde los seis meses, estimulación temprana, psicopedagogo personalizado, nutricionista específica y que le garanticen en todo momento que sus cachorros no van a sufrir ni el más mínimo rasguño.
Recuerde que vivimos en la era de la informática, no escatime en comprarles los últimos juegos y consolas que les permitan estar actualizados en el manejo de tecnologías punta, y procure renovar cada tres años como mínimo sus equipos informáticos porque ya se sabe que aquí el que no se actualiza se queda atrás. Nada de mantenerlos con la Play station II, estando la tres ya en el mercado. Ni mucho menos dejar de comprarles la Wii de nintendo, y para que se sientan importantes instáleles un PC en su habitación con conexión ADSL, Y su propio televisor con 107 canales, aparte también. Sus hijos necesitan saber que usted confía en ellos.
Su esposa y usted (o viceversa) deben meterse en la cabeza que sus vidas tienen que quedar aparcadas por tiempo indefinido, que ustedes, que se habían casado para disfrutar y ser felices, ahora no importan. Nada de ser egoístas y darse caprichos. No señor. No. Ahora la prole es lo primero, hay que vivir en pos, por y para los niños, al menos hasta que estén seguros que tienen los suficientes recursos para darles todo a sus hijos, y si es necesario tendrán que esforzarse aún más para poder pagarles los siete cursos extraescolares que les permitan desarrollar sus habilidades y los prepare para la versatilidad de un mundo cambiante. Pueden elegir entre: Piano, francés, informática, inglés, chino mandarín, alemán, danza clásica y si es posible todos al tiempo mejor. Recuerde que usted no hizo ningún curso extraescolar y todo el dinero que ha ganado lo ha podido conseguir trabajando muy duro y jodiéndose mucho, no permita que sus hijos corran la misma suerte, ellos merecen algo mejor. Son su sangre, la prolongación de su vida.
No olvide lo mal que lo pasó usted en su infancia, lo mucho que tenia que esforzarse para ganarse algo, aunque fuera una simple coca-cola, eso era un logro. Los méritos que le tocaba hacer para que lo dejaran ver los dibujos animados de los sábados por la mañana. Lo mucho que sus padres le exigían en sus resultados escolares, y aún así tenía que colaborar en casa para paliar la economía y ayudar con las labores domésticas. No permita que la energía creativa de sus cachorros se disperse en asquerosos oficios mecánicos, ni trabajos materiales, pesados, no cometa el mismo error, deje que ellos canalicen su intelecto única y exclusivamente para el estudio y el desarrollo psicoafectivo de su mundo interior.
Ni se le ocurra enfadarse si su hija o su hijo no están a la altura de los esfuerzos que ustedes hacen, y por el contrario sacan malas notas. Ellos lo entenderán como una falta de empatía que ve resquebrajada su autoestima y condicionará para siempre sus vidas con traumas insalvables. Sea comprensivo si han perdido el año escolar o siete materias, a veces es mejor que repitan el año, y ellos mismos encuentren sus propias respuestas. No los obliguen, no los juzguen, no los reprendan, por el contrario denles un buen regalo para que se sientan amados, y aprendan que eso es ser humano, es decir, imbécil, y entonces pueden fracasar. Eso es lo normal.
Recuerde que aunque usted era un excelente estudiante aún en circunstancias adversas y con unos padres autoritarios y un poco ignorantes, ahora son otros tiempos, y los jóvenes de hoy son muy independientes y maduros, aunque algo hipersensibles. Sea su amigo, que no se note la jerarquía entre usted y sus hijos. No importa que en ese esfuerzo de ser su “colega o su amigo” su hijo se quede huérfano, “gane un amigo y pierda un padre”. No pasa nada… Eso, lo importante es hacerle caso a lo que dice la psicología postmoderna, ya sabemos que todo lo postmoderno es mejor…
Cuando terminen el bachillerato procure antes de la universidad mandarlos a conocer mundo, al menos a USA o un viajecito por Europa, aunque usted nunca haya ido más lejos de su pueblo. Que prueben, analicen, comparen, vean otra culturas y maneras de sentir la vida, eso sin duda les dará una perspectiva más amplia del mundo. No importa que se gaste una buena suma de dinero, sus hijos vendrán con otra mirada más cosmopolita y tolerante, listos para empezar su formación superior.
Procure matricularlos en la mejor universidad posible (la más cara), vivimos en una sociedad de castas donde el diploma según de donde venga puede abrir muchas puertas. Recuerde que usted lo pasó muy mal sobreviviendo con el poco dinero que le enviaban sus padres, y que incluso tuvo que… ¡trabajar! -¡Dios nos libre!- y buscarse la vida para sus gastos, vicios y caprichos con ocupaciones de fin de semana y vacaciones. Si, es verdad, usted se hizo a usted mismo, pero no le vaya a hacer esa maldad a sus hijos, ellos no deben sufrir, ellos solo se deben dedicar a estudiar para que la pureza de su formación no se contamine con el ejercicio de oficios que no están a su altura. ¡Qué dirían los demás!
No olvide darles cada fin de semana suficiente dinero para que se diviertan, son jóvenes y necesitan desconectar: drogarse un poco, beber otro tanto, desarrollar su sexualidad libremente, vamos, lo normal. Y cómpreles ropa moderna y acorde con la universidad en la cual están estudiando. No olvide que en usted la ropa de marca no importa, pero para los jóvenes puede ser traumático no llevar unas zapatillas de doscientos euros si sus compañeros las llevan. Antes de los 18 años sus cachorros ya deben saber conducir y dominar a la perfección el inglés. Imperativo, si no fracasaran estrepitosamente como ha fracasado usted. Cómpreles un coche como premio al final de su bachillerato, un “peugeotcito” 206, o un “Meganecito” estaría bien para empezar. No importa que el primero que usted tuvo fuera un Fiat 147 de quinta mano o más, que se compró a los 24 años con los ahorros de su miserable sueldo. No, usted no repita ese error, cómpreselo aunque sea de segunda mano, eso les dará seguridad, libertad e independencia, a sus muchachos, a parte de ser imprescindible en la vida moderna.
Una vez terminada la carrera, prepare el bolsillo con sus ahorros de nuevo, porque hoy en día sin un par de maestrías y un doctorado –mejor siempre fuera del país- nadie puede conseguir un empleo digno… recuerde son sus hijos, lo merecen, esfuércese un poquito más, ya habrá tiempo para que usted (y su esposa o viceversa) si es que para entonces aún siguen juntos, se distraigan y disfruten de la vida cuando los chicos terminen los estudios, que hoy en día no suele ser antes de los 27 añitos.
Y esté preparado porque ellos una vez acaben, salen muy verdecitos, son muy inocentes, inexpertos y aún no saben nada de la vida. Hay que ayudarles para que se independicen. Es el momento que su esposa y usted (si todavía no se han separado) hagan el ultimo esfuercito e intenten regalarle al menos un aparta-estudio amueblado para que la salida de casa no sea tan traumática, eso en el caso de que accedan a dejar el hogar parental donde se les da todo hecho y no tienen que preocuparse por nada. O en caso de que la niña decida casarse, pues debe tirar la casa por la ventana, por todo lo alto, si total se lo merece ¡es su hija, por Dios!
Pida un préstamo, hipoteque la bodega o la finquita, si es que le queda algo por hipotecar, total que ellos tengan lo que usted nunca ha tenido; y por usted no se preocupe, ya a sus 55 años lleno de estrés tras dos preinfartos superados, un terrible y crónico dolor de espalda, la hernia discal y diabetes de su esposa, la gota, la ciática y sus evidentes problemas de erección, el hecho de que ni su mujer ni usted puedan comer ya casi nada porque todo les hace daño, siendo conscientes de que tampoco pueden beber ya, más aún con los problemas de riñón de ella y la situación económica que empieza a empeorar de nuevo… pues ahora si…Es el momento de que comiencen a disfrutar sus vidas, tal como habían planeado cuando se casaron con toda la ilusión de crecer juntos, viajar, hacer muchas cosas…
Ve usted que valía la pena el esfuerzo y esperar tanto… ¡este es el momento de empezar a disfrutar de su vida como pareja! (si es que aún están juntos, claro). Usted puede por fin pensar en sí mismo, en su pareja, en divertirse, en vivir con locura, con intensidad, de forma extrema, sin ocuparse de los demás… y hacer cosas transgresoras. Por ejemplo esas vacaciones al Aconcagua que siempre soñó, beber el carísimo Whisky de Malta que tantas veces se abstuvo de comprar por el precio.
Probablemente va a estar un poco cascado, el cuerpo no le va a responder y con tanta obligación a la que se comprometió no va a poder parar de trabajar hasta los sesenta y cinco años. Pero bueno, qué carajo, los cachorros ya están fuera de peligro, ahora ellos ya tienen recursos para afrontar sus nuevas vidas, ya nos los necesitan y lo más importante: no sufrieron lo que a usted ni a su señora les tocó sufrir de jóvenes. Y ahora ustedes dos pueden vivir felices (si aún se soportan) en una enorme casa que se ha ido quedando sola y disfrutando en el mejor de los casos de visitas en forma de menstruación por parte de sus hijos, es decir cada mes, y gozando por que les dejen sus nietos cada que se vayan de vacaciones para que ustedes los cuiden, y sus muchachos se puedan ir a gozar la vida tranquilamente y divertirse con sus parejas, si total, son jóvenes y es bueno que ellos no tengan que pasar por lo que pasaron ustedes.
Por último no olvide dejar un buen plan de pensiones, porque uno nunca sabe, después de todo lo que ha hecho, nadie garantiza que sus hijos quieran cuidar de su vejez. Yo de usted no me fiaría…Lo pensaría dos veces, es mejor no depender de nadie, aunque sus hijos aún sigan dependiendo de usted. Porque para eso son sus hijos.
Un detalle más:
Ah, no olvide dejarles la mayor cantidad de dinero de herencia, viva con austeridad su vejez para que a los cachorros no les toque la misma suerte que le tocó a usted con el viejo tacaño de su papá, que creyó que con ayudarle un poco con lo de los estudios, darle ejemplo de verlo siempre trabajando y no ponerle las cosas tan fáciles iba a ser suficiente. No, que ellos no reciban la herencia miserable que le quedó a usted. Déjeles la mayor cantidad de dinero que pueda, que esa mierda que le dijeron a usted del sacrificio, el honor, el esfuerzo y la dignidad ya no se usan.
Y procure morirse rápido y sin molestar demasiado, no faltaba más que los ponga a lidiar con un viejo decrépito, ga-ga y que no sea capaz ni de controlar los esfínteres…sus hijos merecen ser felices y tener lo que usted nunca tuvo.
¿Quién es usted para impedírselo? «»
Este artículo me parece inmejorable y debería llegar a todos los padres que se atreven a traer nuevos espíritus al mundo, así, porque toca, porque es lo que hay que hacer y todo el mundo lo hace, porque es lo normal, porque no vamos a ser menos, porque las abuelas quieren nietos, porque al poco de casados ya se aburren y entonces tener un niño es algo nuevo, una ilusión (no en todos los casos), o porque quieren saber si «sirven» para ello, o por el qué dirán los demás si no tienen hijos… cualquier cosa menos pensar en la enorme responsabilidad de traer nuevas almas al mundo sin tener ni idea de lo que ocurre para ello a nivel espiritual, cósmico, desde el momento de la concepción hasta la reencarnación de ese nuevo ser que no saben quién es ni para qué ha elegido venir a este mundo a través de ustedes.
Inma Capó
2 comentarios a “Cómo educar a los hijos”
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Juan Gaibor - 24 enero, 2018 en 11:15 pm
Excelente publicación
Luis - 6 febrero, 2018 en 10:35 pm
Si quieres educar mejor a tus hijos, empieza leyendo este artículo…