Este artículo está escrito por Marcos Acosta, alumno de este Instituto y Formador en PNL
Que no le den gato por Coaching.

El Coaching, proceso para extraer y potenciar recursos personales, está de moda ( para más información sobre el término, ver artículo de Inma Capo “¿Qué es el coaching?” en www.instituto-pnl.com ). Uno no tiene más que ojear anuncios que promocionen cursos relacionados con la empresa, motivación o superación personal y encontrarse en medio la palabra Coaching, un término que algunos no saben muy bien qué significa, pero que tiene gancho.
A mí particularmente, lo que me llama la atención y me pone los pelos de punta, es ver cómo dicho término se usa indiscriminadamente, precisamente sin saber bien a lo que nos estamos refiriendo, y observo con asombro cursos cuya denominación podría ser:
- Coaching y dirección de empresas
- Motivación y coaching
- Coaching y superación
- Coaching personal
¡Y hasta…”Hazte Coach (entrenador personal o profesional que realiza el Coaching) Online”!
Y lo más asombroso no es eso, sino que nos estamos refiriendo a acciones formativas que, en la mayoría de las ocasiones,… no superan las 20 horas!.
Siendo esto así, se podrán preguntar cuál es mi asombro, pues cada cual tiene la libertad de denominar los cursos como quiera. Pues mi estupor viene por nombrar estos cursos con un concepto como el Coaching, cuya formación a nivel internacional ronda entre las 100 y/o 120 horas, y si tenemos en cuenta que la base técnica del Coaching es la Programación Neurolingüística (PNL), y sumáramos las horas de un Practitioner y Master (niveles de formación en PNL, indispensables para ser un buen Coach), estaríamos hablando de una capacitación que rondaría un total de unas 320 horas aproximadamente. A esto, súmele usted, que son cursos presenciales y vivenciales, es decir, que se requiere un 100% de asistencia (salvo casos extremos), practicar cara a cara y sobre todo pasar uno mismo primero por dicho proceso, para experimentar en primera persona los cambios y beneficios que el Coaching te puede aportar, con el fin de ser lo más congruente posible, como persona y profesional (Coach). Claro, pasar este proceso entre 10 y 20 horas, no sólo es difícil, sino más bien imposible, más aún si el espacio donde se imparte es reducido y poco ventilado, pues lo ideal son lugares amplios, oxigenados y si son entornos naturales, mejor que mejor. Y no digamos ya eso de impartirlo Online, pues sería como intentar aprender a nadar por ordenador. A nadar se aprende en la práctica, vivencialmente, tocando el agua…y mojándose! Pues por suerte o por desgracia, el Coaching es lo mismo.
Desde mi humilde opinión, todo ello deriva por querer convertir una vez más, por esta sociedad de consumismo y del “fast-food”, un interesante y bello proceso de crecimiento personal (que lleva como hemos visto su tiempo y esfuerzo), por un “simple producto de enriquecimiento personal” (hágase Coach en dos días, por un par de miles de euros y si le he visto, no me acuerdo). Precios elevadísimos (ejemplos puede encontrar muchísimos en prensa e internet, por ejemplo: 2.500 € por persona, Curso de Coach semipresencial de 60 horas de duración) que por desconocimiento mucha gente paga. Precios elevadísimos, cuya “meta-intención” o intención, es compensar la baja calidad y falta de congruencia que ofrecen (por información directa de alumnos que he tenido y han sido víctimas de estos cursillos), pues en esto del marketing ya se sabe que si tiras para arriba, muchas personas pensarán que algo muy bueno tiene que tener, y de eso, en muchos casos se aprovechan.
Por tanto, que no le den gato por Coaching. En esos cursos de 20 horas aproximadamente (si son presenciales, a precios razonables y/o gratuitos o financiados por instituciones públicas o privadas) podrá aprender algunas estrategias, seguramente de calidad, relacionadas con dicho proceso, algunas prácticas o teoría al respecto muy interesantes, pero no vaya con la intención (aunque se denomine con el término Coaching) de salir “todo un Coach”, porque aunque no le faltara las ganas e ilusión, le aseguro que le faltará mucho tiempo.
Además, ejercer de Coach requiere una gran responsabilidad, pues no se trata con ordenadores o juguetes, sino con personas, y una mala intervención en este sentido por muy buena que sea la intención, puede llevarnos a concluir lo que dice el refrán: “es peor el remedio que la enfermedad”, provocando un posible perjuicio, quedando en desprestigio uno mismo, el centro donde se formó, el formador y el Coaching en general (…¡esto no funciona!).
Sería interesante, desde mi punto de vista, por el beneficio común y sabiendo la importancia que la lingüística tiene en nuestra manera de percibir el mundo, que se afinara en la denominación y título de estos cursos (públicos como privados), sugiriendo por ejemplo:
- Dirección de empresas e introducción al coaching
- Curso básico de coaching
- Superación personal con estrategias de coaching
- Introducción al coaching
- Conozca qué es el coaching
Etc., (menos Online, que personalmente lo descarto por completo)
Bien es verdad, que habría que alargar un poquito el nombre, pero seríamos creo “más honestos”, serios, congruentes y no crearíamos falsas expectativas entre aquellas personas que les pueda interesar el tema con más profundidad.
Para ello le sugiero por experiencia personal, si es su interés formarse como Coach, se decante por cursos que a nivel nacional y/o internacional estén especializados principalmente en Programación Neurolingüística, realizando para ello previamente el Practitoner y Master, los cuales engloban el 90% del Coaching, el otro 10% lo puede adquirir en un curso específico, pues en línea con lo que dice Inma Capo: “Decir que se es Coach sin saber PNL, es como pretender ser cirujano sin saber anatomía.”
Espero que esta información le pueda ser de ayuda y cubrir sus expectativas, invitándole a explorar y conocer realmente un proceso tan enriquecedor y efectivo como es la PNL y por ende el Coaching.
Marcos Acosta RiveroFormador en PNL
Master en PNL por el IINLP
www.pnlcomunicacion.es